De soñar con el espacio a construir el futuro: 40 años desafiando lo imposible

La historia está marcada por visionarios que transformaron lo improbable en realidad, que se empeñaron en desafiar los límites para conquistar sueños que parecían reservados para otros. En 1984, en las aulas de la Universidad Politécnica, Juan José Martínez García soñó con llevar su pasión por el espacio más allá de la teoría. Nacida como un spin-off universitario en la Cátedra de Mecánica del Vuelo de la Universidad Politécnica de Madrid, GMV creció con la ambición de explorar lo desconocido y hoy es una multinacional presente en doce países, con más de 3.500 profesionales que, con su talento y visión, están dejando una huella indeleble en el progreso científico y tecnológico.
El compromiso con la excelencia y la voluntad de ir siempre un paso adelante han llevado a GMV a participar en proyectos de gran impacto global, consolidándose como un actor clave más allá del espacio. Su capacidad para anticiparse a las transformaciones del mercado y responder con soluciones innovadoras ha convertido a la compañía en un referente en disciplinas como la defensa y la seguridad, donde hoy ocupa una posición destacada en Europa; en ciberseguridad, con más de 30 años de experiencia en la protección de infraestructuras y sistemas tecnológicos de grandes organizaciones; o en el campo de los sistemas inteligentes de transporte, donde, además de tener una presencia global, participa en la redefinición del futuro de la movilidad.
El legado de GMV en la industria tecnológica es innegable y ha reforzado la «marca España» cruzando las fronteras y dejando huella en el panorama tecnológico global. Así, de hecho, lo reconoció S.M. el rey Felipe VI durante su visita a la sede de GMV con motivo del 40º aniversario de la compañía, en la que felicitó a los profesionales de GMV «por este éxito creciente y ejemplar para demostrar lo mucho que se puede hacer desde y en España para el mundo en los sectores tecnológicos más punteros». Desde España, y atravesando fronteras, GMV ha alcanzado hitos clave en innovación: lidera la tecnología que hay tras Galileo, impulsa los sistemas inteligentes de transporte, fortalece las comunicaciones por satélite y desempeña un papel fundamental en los principales programas de defensa europeos. Su marca ha superado todos los límites, consolidándose como un grupo global con la visión de seguir siendo un referente en el ámbito tecnológico a nivel mundial.

De la Universidad a MARTE
El primer contrato de la compañía con el Centro de Operaciones de la ESA (ESOC), en 1984, fue el punto de partida para significativos hitos posteriores, como la participación de GMV en los programas de vuelo tripulado de la ESA, la lanzadera Hermes y la estación orbital Columbus, o su primer contrato con Hispasat para desarrollar el primer satélite del operador español en 1991. GMV es un símbolo de excelencia refrendado por un amplio listado de hitos que hacen del grupo un actor líder en el sector espacial europeo y un referente mundial en áreas como sistemas de planificación y control de misiones espaciales, explotación de datos de observación de la Tierra y sistemas de guiado, navegación y control (GNC), entre otros. La participación clave de la compañía en EGNOS desde 1995 ha otorgado a GMV un papel protagonista en el ámbito de la navegación por satélite en Europa, convirtiendo al grupo en líder europeo en el desarrollo de sistemas GNSS.
La excelencia de GMV se refleja tanto en sus cifras como en sus logros: es uno de los principales proveedores globales de centros de control de satélites, y más de 900 satélites incorporan su tecnología. Además, participa activamente en programas de vanguardia que están dando forma al futuro de la exploración y la tecnología espacial. GMV es pionera en el desarrollo de sistemas GNSS y líder en segmentos como terreno, aviónica y sistemas de guiado, navegación y control, así como en el desarrollo de tecnología robótica en Europa. Sus desarrollos están presentes en el programa Galileo, en el que la compañía está involucrada desde sus inicios, contribuyendo a posicionarlo como un referente mundial en navegación por satélite. También participa en SouthPAN, la ambiciosa iniciativa de Australia y Nueva Zelanda para avanzar en este campo. Asimismo, GMV desempeña un papel protagonista en Copernicus, el programa de observación de la Tierra de la Unión Europea, y lidera un consorcio internacional en la misión Hera de la ESA, encargándose del diseño y desarrollo del sistema GNC y del análisis de misión, entre otras actividades.
Pero la impronta de GMV no se detiene ahí: se extiende a misiones emblemáticas como Mars Sample Return, ExoMars o Proba-3, así como a la gestión del tráfico espacial, un ámbito crucial en el que la compañía desarrolla tecnologías esenciales para la protección de infraestructuras y la sostenibilidad del entorno espacial, consolidando así un liderazgo global.
Las palabras de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, con motivo también del 40º aniversario de la compañía, atestiguan el compromiso de GMV con la excelencia y la innovación: «GMV es hoy un símbolo del compromiso colectivo con la innovación, la exploración y el descubrimiento. Hace cuarenta años, comenzó su andadura con el talento disruptivo propio de las startup y ahora, alcanza su madurez siendo un referente en la industria espacial […] GMV atesora un profundo conocimiento técnico y, además, lleva la curiosidad siempre un paso más lejos».
Diversificación y excelencia: los pilares de un crecimiento imparable
La curiosidad y la necesidad de explorar lo inexplorado llevaron a GMV a dar pasos más allá del espacio. Como destacó el director de la Agencia Espacial Española, Juan Carlos Cortés, «La trayectoria de GMV es una historia de innovación, crecimiento y compromiso con la excelencia tecnológica. Desde sus inicios como una startup formada por un pequeño grupo de ingenieros hasta su posición actual como una empresa multinacional líder en múltiples sectores. GMV ha dejado ya sin duda una huella significativa en la industria de alta tecnología».
La diversificación y la transferencia de tecnología han sido los principales vectores de crecimiento del grupo, un hecho que demuestran los logros en áreas como la defensa, donde GMV inició sus esfuerzos en 1989, solo cinco años después de su creación, y cuya trayectoria lo ha convertido en un socio preferente con amplia participación en proyectos europeos. La firme vocación de GMV por desarrollar tecnología de vanguardia para fortalecer la capacidad de las fuerzas armadas y organismos de seguridad en el actual contexto geopolítico es evidente. La compañía, de hecho, es líder en el desarrollo de soluciones ISR (inteligencia, vigilancia y reconocimiento) en el entorno OTAN, además de un claro referente en sistemas de mando y control y en el despliegue de sistemas de vigilancia fronteriza. En el ámbito de la aeronáutica, los desarrollos de GMV han desempeñado un papel clave en la mejora de los sistemas de navegación, control de vuelo, gestión de misión y aviónica, consolidando su posición como proveedor tecnológico estratégico. La empresa participa activamente en importantes programas aeronáuticos como FCAS/NGWS, Eurodrone y SIRTAP, contribuyendo al avance de soluciones innovadoras que refuerzan la autonomía estratégica y la competitividad de las industrias aeroespacial y de defensa europeas.

La experiencia adquirida por GMV en GPS sentó los cimientos del área de sistemas inteligentes de transporte. Hoy, es una de las principales compañías en este ámbito y su aportación se traduce en una notable mejora de la movilidad. Las soluciones de GMV han supuesto un avance en el transporte público de numerosos países, promoviendo alternativas eficientes de movilidad. En 2023, GMV conquistó un nuevo hito en esta área con la firma de un importante contrato en Westchester, Nueva York, (EE. UU.) para implementar el nuevo sistema de gestión y explotación de su flota de autobuses. La tecnología espacial ha mejorado notablemente el transporte público y también ha contribuido al coche conectado y autónomo, un hito que no habría sido posible sin los años de trabajo en soluciones de posicionamiento basadas en GNSS que, a día de hoy, proporcionan una precisión centimétrica, segura y fiable al vehículo autónomo.
Esta diversificación de la que hace gala GMV está también presente en el ámbito de la ciberseguridad. Desde que, en 1994, GMV instalara el primer sistema cortafuegos (firewall) en España, su actividad en el ámbito de la protección de infraestructuras críticas no ha cesado, extendiéndose también a los sistemas de navegación por satélite, donde participa activamente en la protección y monitorización del sistema de ciberseguridad de la constelación de satélites Galileo, desempeñando un papel clave en el desarrollo de tecnologías y sistemas críticos para garantizar la integridad y resiliencia del sistema.
En el ámbito de las grandes empresas, el grupo atesora 30 años de experiencia en la protección de sistemas tecnológicos de organizaciones y administraciones públicas. GMV, además, lleva años a la vanguardia tecnológica, aportando soluciones punteras en ámbitos como la inteligencia artificial (IA) o las tecnologías cuánticas. En el campo de la IA, la compañía desarrolla e integra algoritmos de aprendizaje automático y procesamiento inteligente de datos aplicados a sectores tan diversos como la defensa, la sanidad, la movilidad o la gestión de infraestructuras críticas, optimizando procesos, mejorando la toma de decisiones y reforzando la seguridad. En cuanto a las tecnologías cuánticas, GMV participa en proyectos estratégicos que exploran el potencial de la criptografía poscuántica y la computación cuántica para hacer frente a los desafíos de ciberseguridad del futuro. Todo ello, adaptando continuamente sus capacidades y servicios a un mercado global en constante transformación, anticipándose a las necesidades tecnológicas emergentes y consolidando su posición como socio innovador de referencia.
Durante más de 40 años, la ciencia y la tecnología desarrolladas en GMV han sido clave para facilitar muchas de las actividades de nuestro día a día, generando un impacto directo en la sociedad, creando esa «tecnología invisible» que hace posible que lleguemos a un punto concreto o naveguemos rápidamente por internet. El espacio está en todas partes, desempeñando un papel cada vez más relevante en la mejora de la calidad de vida, el progreso social y la eficiencia empresarial.
Referentes gracias al mejor talento
Desde sus inicios, GMV ha sido un motor de talento impulsado por su apuesta decidida por los mejores profesionales para mantener su tradición de excelencia. El grupo no solo busca atraer perfiles brillantes, sino que también actúa como incubadora de talento en línea con su fuerte vínculo con el ámbito universitario. Este compromiso ha llevado a GMV a colaborar estrechamente con universidades e instituciones educativas y promover así la formación de futuras generaciones de expertos en tecnología que seguirán contribuyendo al progreso económico y social.
Este compromiso con el talento se refleja también en la cultura de trabajo, donde la curiosidad, el esfuerzo y la creatividad son valores fundamentales. Con un equipo multidisciplinar y altamente cualificado, GMV ha logrado no solo consolidar su liderazgo, sino también proyectar su impacto a nivel internacional. La ambición por los retos, marca de la casa, requiere personas con determinación por afrontar cada desafío y llevar a la compañía al siguiente nivel.
Las personas que forman GMV son, precisamente, las responsables de hitos como el liderazgo de programas de referencia para la Agencia Espacial Europea, el suministro de centros de control completos, la participación de la compañía en ambiciosos programas de defensa o la innovación en sistemas de transporte público dentro y fuera de Europa. Cada logro de GMV ha sido un paso adelante en su camino hacia el liderazgo tecnológico gracias al esfuerzo conjunto de sus profesionales. Los mismos profesionales que, en 2018, lograron que GMV firmara el mayor contrato logrado por una compañía española en el sector espacial hasta esa fecha, con la adjudicación del mantenimiento y evolución del segmento de control en tierra de Galileo o, en 2022, el contrato de mayor importe suscrito por una empresa española fuera de la Unión Europea, con SouthPAN.
Pedro Duque, actual presidente de Hispasat, exministro de Ciencia y Tecnología y astronauta, recibió en GMV el impulso que después le hizo volar más alto. Así lo expresó también con motivo del 40º aniversario de la compañía: «Fui testigo de la creación de GMV como becario en el Laboratorio de Juan José Martínez García en 1984. Cuando entré, éramos cinco o seis. Desde el comienzo imperó el espíritu emprendedor que ahora llamamos de startup: ilusionar a los mejores, atreverse a todo, aspirar a lo máximo, evolucionar rápido. Dejé GMV solo para volar más alto, y es para mí un orgullo ver la gran empresa en que se ha convertido».
Las palabras de Pedro Duque resumen precisamente el espíritu de GMV: aspirar a lo máximo, evolucionar rápido yhacerlo siempre con una visión innovadora, el talento de los mejores profesionales y la determinación de convertir cada desafío en una nueva oportunidad para crecer y construir el futuro.

Un legado que inspira el futuro
Los logros de GMV en sus 40 años de historia son solo el comienzo de un futuro que se vislumbra prometedor. Lejos de conformarse con su legado, la compañía afronta el mañana con el mismo espíritu pionero que la ha situado a la vanguardia del desarrollo tecnológico. La participación de GMV en el desarrollo de LEO-PNT, clave para la navegación en órbita terrestre baja, o en el Hub de GOVSATCOM, componente fundamental del programa gubernamental de comunicaciones de la Unión Europea, consolida su presencia en proyectos estratégicos de alta relevancia. En el ámbito espacial, GMV aspira a consolidarse como un referente global en tecnología PNT(posición, navegación y sincronización de tiempo), reforzando su liderazgo en el desarrollo del segmento terreno de navegación y expandiéndose hacia nuevos mercados estratégicos. La compañía enfrenta, además, desafíos clave, como la congestión orbital, la transformación del mercado de las comunicaciones satelitales y el auge del New Space. GMV trabaja para continuar siendo un actor clave en áreas como la observación de la Tierra y el segmento de vuelo, donde busca seguir creando soluciones innovadoras, sin perder de vista el desarrollo de tecnologías de robótica espacial, centradas en sistemas de decisión autónoma para garantizar misiones espaciales seguras y sostenibles.
También en el ámbito de sistemas inteligentes de transporte la compañía camina con ambición, buscando marcar el paso a nivel mundial con tecnologías disruptivas que redefinan la movilidad y la eficiencia en el transporte. Pero más allá del espacio y la movilidad, GMV continuará liderando la transformación digital en sectores estratégicos como el público, financiero, asegurador, sanitario, industrial y de servicios, impulsando nuevos proyectos que optimicen su eficiencia y seguridad.
Todo ello, manteniéndose como referente en el resto de las áreas en las que opera, como en defensa y seguridad, donde GMV busca seguir siendo un actor clave, implementando las estrategias de seguridad de los principales países europeos, o ciberseguridad y tecnologías de la información, áreas en las que la compañía aspira a continuar reforzando sus capacidades, avanzando en la transformación digital de todo tipo de organizaciones y protagonizando el desarrollo de la tecnología más puntera.
El éxito de GMV, sustentado en el talento, la excelencia y la pasión por la innovación, proyecta un futuro en el que no solo consolidará su posición en el mercado, sino que irá aún más lejos, redefiniendo los límites de la innovación. Así lo resume la presidenta de GMV, Mónica Martínez Walter: «Seguiremos trabajando con determinación y rigor con la vista puesta en nuestro impacto positivo en la sociedad, permaneciendo fieles a nuestro legado y también a nuestros valores. Aspiramos a ser parte activa de los grandes avances tecnológicos que transformarán España y el mundo en los próximos años y, para ello, seguiremos trabajando en expandir los límites de lo posible, decididos a cumplir y superar todas las expectativas puestas en nosotros».
Tras un 2024 de celebración de cuatro décadas de innovación y crecimiento, GMV mira al horizonte con la misma ilusión con la que firmó su primer contrato y la certeza de que no hay fronteras