A medida que el mundo se va desplazando cada vez más hacia lo digital, la Comisión Europea (CE) y la Agencia Espacial Europea (ESA) están respondiendo a la demanda de una infraestructura de telecomunicaciones crítica a través de la iniciativa IRIS². Como parte de ella, la línea Space Systems for Safety and Security (4S, «sistemas espaciales para la seguridad y protección») dentro del programa de la ESA ARTES 4.0 acaba de conceder la primera fase del banco de pruebas del sistema y los servicios 4S (4SSTB, por sus siglas en inglés) a un consorcio dirigido por GMV.  GMV cuenta con el respaldo de un experimentado equipo internacional, que incluye a Magister Solutions de Finlandia, el Centro de Investigación Técnica de Finlandia (VTT), Telespazio Belgium y la Universidad Politécnica Nacional de Atenas (Grecia).

El 4SSTB servirá como gemelo digital de futuras misiones satelitales seguras, mostrando cómo reaccionarán las misiones a diferentes escenarios, y permitirá a los investigadores ver el comportamiento del sistema entero con solo pulsar un botón. Los conocimientos así adquiridos se podrán usar para reducir los riesgos de futuros avances tecnológicos, diagnosticar problemas potenciales del sistema, agilizar el desarrollo de nuevas tecnologías y examinar la seguridad del sistema, y todo desde la seguridad del ámbito digital.  Aunque el concepto de un banco de pruebas de sistema así es simple, llevarlo a la realidad es una tarea muchísimo más compleja.

El aumento en la demanda de conectividad tanto por parte de los gobiernos como de los ciudadanos ha dado lugar a innumerables redes de satélite, cada una con una cantidad aún mayor de usuarios.  Los organismos gubernamentales y supranacionales se suelen centrar en áreas como los sistemas de comunicación segura, la gestión de crisis, la vigilancia marítima/fronteriza y el control de tráfico aéreo.  El sector civil utiliza comunicaciones en masa (ancho de banda fijo y móvil) y aplicaciones de internet de las cosas (IdC) de baja velocidad. Para representar con éxito tantos dominios únicos, el 4SSTB estará sometido a rigurosas tareas de desarrollo durante la primera fase del proyecto.

Para perfilar cómo debe funcionar el banco de pruebas, el equipo del 4SSTB primero aprovechará constelaciones de satélites y tecnologías existentes para definir los indicadores clave de rendimiento (KPI). Ingenieros, estrategas y desarrolladores trabajarán codo con codo valiéndose de una metodología ágil para definir cada aspecto de la misión.  Se tendrá en cuenta todo, desde los usuarios finales en sus teléfonos móviles hasta el tamaño y órbita de los satélites allá arriba, para después traducirlo en requisitos.  Finalmente, un ensayo y verificación exhaustivos confirmarán si el banco de pruebas funciona como estaba previsto.  Una vez completado, el 4SSTB será una poderosa herramienta para poner a prueba los sistemas espaciales, para que no tengan que hacerlo los consumidores.