Durante los últimos años se ha producido un aumento significativo de la inversión europea en proyectos relacionados con la seguridad marítima. A continuación, explicamos algunos datos que justifican este incremento y la necesidad de seguir trabajando en este tema.

La Unión Europea tiene más de 57.000 Km de fronteras exteriores marítimas y cada día navegan alrededor de 12.000 embarcaciones de diferentes tamaños por sus aguas. Desde el punto de vista económico, casi el 90 % del comercio exterior y más del 35 % del interior se realiza por transporte marítimo, por lo que asegurar que este comercio se realice de forma segura adquiere una gran importancia. Además, esta amplia extensión y el elevado número de transacciones que se realizan diariamente es un escenario tentador para el desarrollo de actividades ilegales de diversa índole –desde el tráfico de mercancías no permitidas, al tráfico de personas, inmigración irregular, piratería, pesca furtiva, vertido de sustancias contaminantes–, actividades que debemos vigilar y controlar. También hay que tener en cuenta la necesidad de intervenir en los incidentes provocados por accidentes debido a errores humanos, mecánicos o factores meteorológicos.

Diferentes autoridades en cada país trabajan para garantizar esta seguridad. Solamente en España tenemos a la Guardia Civil, Salvamento Marítimo, la Armada y la Agencia Tributaria. Cada una de estas agencias cuenta con distintas competencias y responsabilidades, no siempre fáciles de separar, por lo que la coordinación de los trabajos y el intercambio de información entre ellas es un punto clave para garantizar el éxito de las operaciones diarias.

GMV, como empresa referente en innovación y tecnología, participa activamente en numerosos proyectos colaborando con estas agencias para garantizar la seguridad marítima. Para ello, aportamos soluciones en diferentes niveles.

Un primer nivel es la obtención de información de lo que está sucediendo en el entorno real, desde los parámetros meteorológicos que caracterizan la situación, a la posición de los elementos existentes en tiempo real u otros factores importantes que ayuden a la evaluación del escenario. Para conseguirlo se utilizan sensores de diferente tipo. Por poner un ejemplo de sensores de posición, existen sensores colaborativos como el AIS que reciben la posición enviada por los barcos, y otros como radares y sensores optrónicos, que consiguen esta posición pero sin la colaboración de la embarcación. Estos sensores suelen estar instalados a lo largo de la costa en posiciones estratégicas y protegidas, pero también pueden desplegarse en medios aéreos o satélites, campo en el que la experiencia de GMV aporta un gran valor.

En el segundo nivel tiene un papel clave la colaboración. Todas las agencias, tanto a nivel nacional como internacional, se han dado cuenta de que la única manera de combatir todos estos problemas es trabajando juntos, compartiendo la información disponible por sus sensores locales. Es aquí, donde toman relevancia redes como EUROSUR, MARSUR, CISE, en las que se definen estándares que facilitan el intercambio de información, y en las que GMV ha participado desde su concepción hasta su posterior desarrollo.

Este aumento de la cantidad de información no sería útil sin el tercer nivel, en el que aparecen las tecnologías que permiten un almacenamiento eficiente y su explotación posterior. Atrás quedan los tiempos en los que un operador, sentado delante de una pantalla iba analizando dato a dato. Con el volumen actual esto no sería posible. Las soluciones que aparecen en este nivel se basan en tecnologías de big data, inteligencia artificial y aprendizaje automático, permitiendo fusionar la información proporcionada por las diferentes fuentes y mostrar un resumen mejorado sin duplicidades, así como el análisis automático de los datos detectando patrones anormales y comportamientos anómalos que produzcan una alerta temprana y faciliten la actuación rápida y coordinada de los medios para solucionar la amenaza.

No se puede olvidar que las organizaciones ilegales también invierten en I+D, y frente a los medios que se ponen para evitar estas acciones ilícitas, surgen nuevas amenazas contra las que debemos seguir trabajando. Esta situación es conocida en Europa y todas las agencias están trabajando conjuntamente en ella, y desde GMV seguiremos apostando por esta línea y aportando nuestro granito de arena para mejorar la seguridad marítima.

Autor: David Merino Delgado