Principales amenazas y cómo ha de protegerse el sector agroalimentario para combatirlas

Más de un centenar de empresas del sector agroalimentario andaluz han participado en el Foro sobre ciberseguridad organizado por el Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio y la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural con el objetivo de mejorar los mecanismos y medidas destinadas a garantizar sus sistemas y datos en su gestión digital.

En este encuentro se han puesto de manifiesto cuáles son las principales amenazas en el mundo de la transformación digital y cómo hacerles frente para combatirlas, así como el abordaje de los próximos retos a los que debe enfrentarse este sector puntero en la economía andaluza.

Durante su intervención, Javier Hidalgo, Arquitecto de Soluciones y experto en ciberseguridad del Sector Industria de GMV, ha mostrado las principales ciberamenazas y algunos ejemplos de las diferentes tipologías de ciberataques en la cadena de suministro para después comentar los principios de la ciberseguridad y buenas prácticas a tener en cuenta para el sector agroalimentario.

Entre las reflexiones y consejos ha destacado la importancia de diseñar la aproximación a la seguridad desde la premisa de que cualquier empresa va a sufrir una intrusión tarde o temprano. También ha dejado claro que las vulnerabilidades no solo vienen de la tecnología y de ataques externos, sino también por propios errores humanos que hay que corregir y evitar. Asimismo, hay que establecer los controles necesarios y los procesos adecuados para controlar quién entra y quién sale de la empresa, ya sea personal que no presente servicio o información que se intercambia con un tercero.

A modo de conclusiones, Hidalgo ha señalado que hay que tener en cuenta que para incorporar la ciberseguridad debemos entender el riesgo de seguridad que plantea la cadena de suministro, establecer controles y requisitos para cumplir con las responsabilidades de seguridad, realizar actividades de validación de seguridad en el ciclo de gestión de la cadena de suministro para comprobar el estado de la seguridad, y fomentar la mejora continua de la seguridad, promoviendo la ciberseguridad desde el diseño y construyendo relaciones de confianza con los proveedores, entendiendo que la ciberseguridad en dicha cadena de suministro ha de ser tratada desde una perspectiva de responsabilidad compartida.